Olmillos de Sasamón, Burgos


Turismo Rural

El Castillo de Olmillos de Sasamón

Es la joya más importante de la localidad. No se trata de una construcción defensiva, sino de un palacio de recreo o vacacional.

Fue construido a petición de Pedro de Cartagena, regidor de Burgos, en 1446. La flor de lis (símbolo de los Cartagena) se puede encontrar labrada en diferentes partes del castillo.

Por falta de descendencia masculina, el mayorazgo y sus bienes pasaron a la casa de los Franco de Guzmán y posteriormente a la casa de Mendoza y en el siglo XIX a los duques de Gor.

Fue incendiado el 22 de julio de 1812 por los guerrilleros Santos Padilla y Melchor Cossío, junto con la iglesia de Sasamón, durante la Guerra de la Independencia, después de que las tropas francesas abandonaran el pueblo. Al parecer acusaba a influyentes personalidades locales de colaborar con los franceses.

Actualmente, el castillo es de propiedad privada, se encuentra completamente reformado, y a finales del año 2005 abrió sus puertas como hotel de 4 estrellas con nombre Señorío de Olmillos.

Iglesia

Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, dependiente de la parroquia de Sasamón, en el arciprestazgo de Amaya.

La construcción de la iglesia de Olmillos se inició hacia 1522. En su construcción se sigue un concepto renacentista del espacio, interpretado a través de estructuras góticas, con naves a la misma altura cubiertas con bóveda de crucería ricamente nervada. Es un templo de salón, de tres naves, con seis pilares cilíndricos.

La torre data de 1618 y es obra de García de Arce hijo, de estilo herreriano con remate en bolas. La cúpula superior superpuesta es contemporánea, de 1921, construida en lugar de otra troncocónica de chapa que amenazaba desprendimientos. El reloj es de fines del siglo XVII. El retablo se empieza a levantar en 1654 por los maestros retablistas Diego de Arroyo y Juan de Valtierra y los imagineros Juan de Pobes y Juan de los Helgueros. El maestro Alonso Álvarez de Ruyales terminó el dorado del mismo en 1682.

Consta de tras cuerpos y ático con escenas en relieve de la vida de Cristo y de la Virgen y esculturas de bulto redondo de Apóstoles y Padres de la Iglesia. Son de destacar otros retablos menores como el de las Ánimas, el de Nuestra Señora del Rosario, el del San Juan y San Andrés y el del Santísimo Cristo, con un bellísimo Crucificado del siglo XIV.